Cuando las paredes son parte de la familia
La importancia de la decoración interior de nuestra vivienda no es algo menor. Sin tratarse de una materia privativa de los profesionales de la arquitectura y el diseño, puede lograrse que el aspecto de la morada propia nos identifique y haga sentir mejor.
La decoración de nuestra morada no debería quedar relegada por otros aspectos como el confort o la practicidad. La combinación de colores y formas que logra un diseñador o arquitecto para personalizar un hogar, tiene un objetivo claro: que se transforme en parte de nuestra propia identidad.
Pero no es posible relegar a los profesionales la totalidad de este compromiso sin que resulte en algo que no nos represente de manera fiel. Para ello tenemos que poner nosotros mismos manos a la obra y hacer que nuestra casa sea un integrante más de nuestro círculo. Uno que nos conozca y a quien reconozcamos a primera vista.
Las fotos familiares no tienen porque reposar en aburridos marcos color madera. Con las posibilidades que nos da el retoque digital a nivel doméstico, la impresión casera y los montajes tipo bricolage, armar frisos familiares temáticos en cualquier rincón de la casa con nuestros seres queridos será un divertido desafío.
La iluminación sectorizada es mucho más fácil de implementar de lo que parece. Uno o varios spots o veladores hechos con papeles de colores y con fotos de luz cálida nos darán la posibilidad de destacar los rincones de la casa que más nos agraden. Y de paso, ocultar aquellos con defectos que no hemos podido todavía corregir.
Finalmente, deberíamos repensar el concepto de los muebles "para siempre". Si nos mudamos de ropa o cambiamos nuestro aspecto con regularidad, no estaría mal equiparnos con una suerte de amoblamiento funcional y no tan costoso ni pesado, con la idea de cambiarlos o remodelarlos a futuro.
Una casa que responda a lo largo del tiempo con coherencia a como nos sentimos según las diferentes etapas de nuestra vida parece algo utópico, pero llevarlo a la práctica con ideas renovadas no es tan caro ni complicado como parece.
